¿Es la desigualdad social un factor determinante en la implementación de las TIC en la educación?

La respuesta corta es sí, pero, no es tan simple como eso, vamos a analizar algunos puntos que nos pueden dar un poco de luz sobre el asunto:

• Acceso desigual a la tecnología: Si nos movemos en la escala socioeconómica podremos encontrar diferencias marcadas en cuanto al acceso a servicios y productos básicos, claramente el poder adquisitivo es directamente proporcional a la capacidad de disfrutar de dichos servicios y productos. A medida que ascendemos en la escala socioeconómica, las personas tienen mayor capacidad de adquirir tecnologías de calidad, como computadoras personales, acceso a Internet de banda ancha y dispositivos móviles avanzados. Esto no solo facilita el acceso a la información y recursos educativos, sino que también permite el desarrollo de habilidades digitales necesarias en el entorno actual.

  Por el contrario, en los estratos socioeconómicos más bajos, el poder adquisitivo limitado restringe el acceso a estos bienes, generando una brecha digital significativa. Esta brecha impide que muchos estudiantes puedan acceder a herramientas tecnológicas básicas, lo que afecta su rendimiento académico y, a largo plazo, su desarrollo personal y profesional. La falta de recursos en estos hogares limita también el acceso a plataformas educativas, cursos en línea, bibliotecas virtuales y software especializado, generando una desventaja respecto a sus pares con mayores recursos económicos.

• Infraestructura educativa: En una región como Latinoamérica, donde las poblaciones rurales adolecen del abandono del estado, se hace evidente, en la mayoría de los casos, la escasez de recursos tecnológicos y la carestía de conocimientos para operarlos es preocupante.

• Preparación de los docentes:La desigualdad social también influye en la formación de los docentes. En contextos con menos recursos, los profesores pueden tener menos acceso a formación continua y recursos para aprender a usar las TIC de manera efectiva, lo que afecta la calidad de la enseñanza.

• Contexto familiar y apoyo en el hogar: Los estudiantes de familias con menos ingresos suelen enfrentarse a barreras adicionales, como la falta de un ambiente adecuado para estudiar, limitaciones en el acceso a dispositivos compartidos entre varios miembros del hogar, o la falta de conocimiento de los padres para apoyar en el uso de las TIC.